¿Qué opinión le merece la situación actual al equipo de Mercados emergentes (ME, «Emerging Markets»)?
¿A qué se dedica el equipo de ME respecto a las carteras?
¿Cuáles son sus principales asignaciones de sector y región?
¿Qué se puede decir de la liquidez de las últimas semanas?
¿Qué opina el equipo de ME sobre el coronavirus?
Las condiciones climatológicas y los bancos centrales serán de vital importancia durante los meses venideros. Al igual que ocurre durante la temporada de gripe, los casos de infección por los coronavirus SARS y MERS disminuyeron con un clima más cálido, de forma que las tendencias de subida de la temperatura de abril y mayo tal vez ayuden a limitar la propagación del virus actual. También confiamos en los grandes talentos del sector privado, dedicados a la incansable búsqueda de tratamientos y, en última instancia, de una vacuna, que podrían ser de ayuda en los brotes posteriores del año que viene.
¿La situación de los mercados asiáticos está mejorando respecto a la de los mercados desarrollados?
¿Qué temas seculares cree el equipo que cambiarán o se desarrollarán a largo plazo como resultado de esta crisis?
¿Cómo abordan la asignación por países dadas las diferentes consecuencias del coronavirus?
¿Qué se puede decir sobre las valoraciones?
Es difícil predecir qué ofrecerá buenos resultados a corto plazo. La valoración de la renta variable de los mercados emergentes resultó muy atractiva a finales de año. Entonces, creíamos que la renta variable de los mercados emergentes debía cotizar a una prima en relación con su homóloga en los mercados desarrollados, dada la mejora de la composición del universo de inversión, que favorece los valores de mayor calidad. La clase de activos ofrecía a los inversores una atractiva oportunidad para acceder a negocios sólidos respaldados por las tendencias de crecimiento estructural. Ahora, podríamos argumentar que la gran inestabilidad de los valores individuales es un motivo aún más convincente para invertir en los mercados emergentes en los próximos meses y años. Esta semana, las valoraciones han estado a punto de llegar a los mínimos de la crisis financiera mundial. Estas probablemente no importen hasta que los inversores vean la luz al final del túnel de la crisis del coronavirus, pero una vez que lo hagan, las valoraciones adquirirán una enorme importancia.